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La curva de demanda de los bienes públicos

La curva de demanda de los bienes públicos

Los individuos no compran bienes públicos, sin embargo la cantidad que demandarían si tuvieran que pagar una determinada cantidad por cada unidad adicional del bien público es importante saberla. Ya que cuando aumenta el gasto destinado a bienes públicos, también aumentan los impuestos que pagan los individuos. Siendo la cantidad adicional que paga una persona por cada unidad adicional del bien público su precio en impuestos.

Los individuos desean obtener la máxima utilidad que sea compatible con su restricción presupuestaria, por tanto, la cantidad de bienes privados a la que está dispuesto a renunciar para obtener una unidad más de bienes públicos es su relación marginal de sustitución.

Cuando bajamos el precio en impuestos, la restricción presupuestaria se desplaza hacia fuera. Elevando y bajando el precio en impuestos, podemos representar una curva de demanda de bienes públicos de la misma forma que representamos curvas de demanda de bienes privados.

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La curva de demanda colectiva y oferta de bienes públicos

Este enfoque puede utilizarse para hallar las curvas de demanda de bienes públicos por parte de dos personas, Crusoe y Viernes, las cuales suman verticalmente para obtener la curva de demanda colectiva.

La suma vertical es adecuada porque un bien público no se suministra necesariamente en la misma cantidad a todas las personas.

El racionamiento es inviable, el hecho de que una persona utilice el bien público no impide que disfrute de él cualquier otra persona.

Por tanto, se suma la disposición a pagar de todo el mundo correspondiente a una cantidad dada para calcular la disposición total a pagar. Calculándola en el caso de todas las cantidades, obtenemos la curva de demanda colectiva.

Cada punto de la curva de demanda, el precio es igual a la relación marginal de sustitución, sumando verticalmente las curvas de demanda obtenemos la suma de las relaciones marginales de sustitución.

Es decir, la cantidad total de bienes privados a la que los miembros de la sociedad están dispuestos a renunciar para obtener una unidad más del bien público. Esta suma vertical, como hemos dicho, da lugar a la curva de demanda colectiva del bien público.

Respecto a la curva de oferta, la provisión eficiente en sentido de Pareto de bienes públicos se encuentra en la intersección de las curvas de demanda y oferta. La eficiencia en el sentido de Pareto del nivel de gasto en bienes públicos depende, generalmente, de la distribución de la renta. 

Hemos construido la curva de demanda de bienes públicos exactamente de la misma forma que una curva de demanda de bienes privados, pero existen dos diferencias fundamentales.

La primera es sobre las decisiones del nivel de bienes públicos, que no son determinadas por la interacción oferta-demanda del mercado privado, sino son decisiones tomadas por los poderes públicos y no por los ciudadanos, el nivel de producción dependerá del proceso político.

La segunda, es que un bien público debe suministrase en la misma cantidad a todos los individuos afectados, con ello elimina las preferencias/diferencias entre los gustos (y existe la hipótesis que el Estado puede cobrar por el bien público precios en impuestos distintos).

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