Teoría General de Sistemas
Surge a raíz de Ludwig von Bertalanffy en 1968, y sirve para el estudio de la economía como cúmulo de instituciones y plantea que todas las partes de una empresa están relacionados entes sí, y todo lo exterior le afecta. Los principios de esta teoría son:
- El principio de interdependencia: Todos y cada uno de los sectores de una empresa dependen de una forma u otras de entre sí; sin existir ningún sector plenamente independiente.
- El principio de sinergia o totalidad: Cuando la suma de las partes suman más de forma conjunta que cada una de forma individual, pues lo que se ha generado entre todos es superior a lo que se generaría sumando cada una de las partes individualmente. No obstante, también podría darse una sinergia negativa, siendo al revés.
- El principio de plan común o finalidad: Todo sistema ha de estar orientado hacia unos objetivos que han de conseguirse a través de la unidad y el trabajo en común.
- El principio de relaciones de entradas y salidas: Para que funcione cualquier sistema, éste dependerá de algunas entradas, pues de lo contrario no podrán desarrollarse las actividades necesarias para conseguir los objetivos. También, el propio sistema genera unas salidas, que son distintas a lo que ha entrado (inputs-outputs); los outputs significaran inputs para otros sistemas.
- El principio de transformación: La empresa lleva a cabo un proceso de transformación de los inputs a los outputs, para adecuarlas a lo que otros sistemas demanden. Por ello, los outputs son los inputs que han entrado a la empresa una vez transformados
- El principio de entropía: Los sistemas pueden llegar al caos y al desorden, pudiendo existir problemas que ralenticen la actividad de la empresa; ante ello, han de tomarse decisiones que solventen estas problemáticas. En general, reducir el desorden dentro de la organización se conoce como “negentropía”.
- El principio de regulación: Todo sistema tiene un autocontrol, conocido como homeostasis; pues el organismo empresarial es capaz, de forma conjunta, de auto controlarse (feelback).
- El principio de diferenciación: Dentro de los sistemas complejos, las unidades más simples se dedicaran a la realización de funciones para las cuales han tenido que especializarse.
- El principio de jerarquía: Todo sistema se descompondrá en otros sistemas menores, implicándose unas dependencias de un sistema sobre otros. Para la representación de este tipo de sistema jerárquico se utilizara el organigrama, que es un mapa conceptual en el cual se muestran los sistemas que conforman a la empresa y las relaciones existentes entre cada uno de ellos.
- El principio de equifinalidad: Un sistema, partiendo de condiciones iniciales diferentes, puede llegar fácilmente al éxito; ello quiere decir que no existe una única ruta para poder llegar al éxito, sino que cada una tendrá diferente tipos de problemas que les harán tomar diferentes caminos. Este concepto plantea la posibilidad de que las organizaciones puedan implantar estrategias que le ayuden a solventar sus problemas, sin existir ningún esquema óptimo.
La empresa como sistema real llevará a cabo tareas de aprovisionamiento, de transformación y de comercialización, distribución o marketing. Además, puede existir un sistema de inversión y financiación, pues para desarrollar su actividad, la empresa necesita llevar a cabo inversiones, para las cuales necesitara de la financiación oportuna. Por otro lado, el sistema administrativo o directivo recogerá las tareas de planificación, organización, dirección y control. Para una empresa no podemos determinar cuál sistema es el más importante, aunque lo que sí está claro es que todos los sistemas son interdependientes entre sí. No obstante lo anterior, el sistema que pondrá en marcha al resto de subsistemas será el administrativo o de dirección, pues es en el que se moldearan las estrategias que lleve a cabo la empresa, pues en el mismo se reflexiona y estudia los objetivos a alcanzar.