El préstamo de empresa y el préstamo sindicado. Las empresas, grandes medianas, empresarios independientes o autónomos utilizan muchos medios e instrumentos para financiarse.
En realidad, se suele usar instrumentos financieros que hemos mencionado en otras entradas como descuentos o factoring, línea de crédito para una financiación a corto plazo o de su ciclo normal de explotación.
Lo cierto, es que aunque las entidades bancarias vean a estos instrumentos como de corto plazo para las necesidades operativas de financiación de la empresas. La realidad no es esa, y estos instrumento se utilizan para financiarse a largo plazo y bajo el principio contable de empresa en funcionamiento.
Un principio que valora de forma más permanente el valor de la empresa en el largo plazo que el día a día. Pero esa es la visión que aún se tienen desde un banco a estos productos.
Y es por ello, que los préstamos sean un instrumento al que se recurre para financiar grandes operaciones como adquisiciones de nuevas plantas productivas, maquinaría o construcción o mejora de instalaciones.
Por lo que, los préstamos para empresas tienen un objetivo desde la entidad bancaria: aportar fondos para un determinado proyecto.
Este generará una rentabilidad mayor a la empresa en un futuro al incrementar su volumen productivo o eficiencia empresarial. De ahí que tenemos dos tipos de préstamos, un préstamo normal y un préstamo sindicado.
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Préstamos para empresa
Entonces, tenemos dos posibles préstamos para empresas de forma general, que son el préstamo normal de empresa y el préstamo sindicado.
En un préstamo normal y corriente para una empresa se otorga el capital solicitado una vez la entidad bancaria ha analizado la finalidad y la viabilidad económica. Estudiando tus cuentas anuales, balances y estados financieros. Es un préstamo a largo plazo superior a tres años por lo general hasta una duración máxima de 30 años.
Se tiene un tipo de interés variable sobre un indicador, normalmente el Euribor actualizado a 6 o 12 meses más un spread. En algunos casos se puede negociar un periodo de carencia de 2 años en el que no pagas o devuelves en la cuota del préstamo el principal otorgado, sino que solamente pagas intereses.
Esto hace que la cuota sea inferior ya que solo harás frente a estos intereses durante este periodo de carencia. Hay préstamos a tipo fijo, por lo que no se te actualizan los intereses según el Euribor.
Los tipos de interés a largo plazo suelen ser mayores que los intereses de préstamos con una duración inferior. A largo plazo, el banco corre con un riesgo más alto, la empresa se tiene que mantener en funcionamiento durante mucho más tiempo.
Y aunque sea una empresa consolidada, con la dinamicidad actual de la economía y la globalización no implica que por muy grande que sea la empresa no pueda caer.
Salvo que te llames Amazon o Apple o una equivalente, que en ese caso, no estarías pidiendo un préstamo.
En muchas ocasiones, y con el objetivo de disminuir ese riesgo, el banco te pedirá avales físicos. Es decir, garantías reales como avales, generalmente, hablamos de bienes inmobiliarios o avales personales.
En el caso que existan intereses de apertura, estudio o gestión -que en muchas ocasiones no hay- suelen ser inferiores al 2% y se pagan sobre la marcha. Cargados en tu cuenta corriente, no se incrementa al importe total del préstamo.
Hemos hablado de un mayor riesgo cuando la duración del préstamo es mayor. Es lógico decir y es lo que ocurre en la realidad, que las pymes tienen muchas más dificultades a acceder a préstamos que empresas grandes, y sobre todo, si se trata de un préstamo con importe elevado y amplia duración.
Préstamo sindicado o crédito sindicado
Este tipo de préstamo es como el anterior pero se llama así porque aparecen otros bancos en la misma operación, los llamados “bancos participantes”.
Ya que la operación que se le ha presentado al “banco agente” por nuestra parte se trata de un préstamo con un importe muy elevado.
Tan elevado que no es posible que esa entidad corra con todo el riesgo por sí solo y necesita aprobar la operación con un conjunto de bancos que estén dispuestos a participar y financiar la operación… una parte de ella, una parte del riesgo u otra condición negociada en el contrato de la operación.
