¿Conoces si tu negocio es rentable?. Yo puedo ser dueño de una empresa, pero… aunque sea tu negocio, ¿lo conoces? ¿lo has analizado?. Si no conocemos nuestro propio negocio y no lo hemos analizado no podemos tomar buenas decisiones sobre dónde o en qué invertir.
Hemos hablado en este blog de los principios que tenemos que tener en cuenta a la hora de tomar decisiones financieras ¿Recuerdas estos principios? Si así es, vamos a lo siguiente.
¿Conoces si tu negocio es rentable? ¿lo has analizado?
Somos los administradores de la empresa o los asesores financieros y ahora, tenemos dinero líquido que podemos usarlo para consumir. ¿Dónde lo gastamos? Si no lo hacemos, es dinero ocioso no productivo.
Podemos: adquirir bienes de consumo como televisores, coches, unas buenas vacaciones, pagar deudas, irnos de restaurante, etc. ¿Qué genera esto para la empresa? ¿O para el que disfrute de estos gastos? Satisfacción inmediata y cierta, ¿no? ¿Y qué ha ganado la empresa?
Si renunciamos a este consumismo podemos usar/emplear este dinero en inversión, con el objetivo de que en el futuro podamos recoger los frutos de este esfuerzo que hemos hecho hoy, que se traduzca en una ganancia que ahora mismo, la realidad, es que es “muy incierto” que lo genere en un futuro. Pero, si no invertimos, ya te digo yo que no va a generar nada.
¿En qué consiste la inversión entonces? Es una renuncia de satisfacción inmediata a cambio de una esperanza de ganancia futura, donde el bien o derecho en el que hemos invertido, es nuestro soporte o esperanza.
Esta definición de inversión parece que no sienta muy bien. Pero es la verdad, que no te confundan ni te vendan humo. Si alguien te dice: “invierte aquí que tienes garantizado un gran interés o ganancia”. Amigo, te está engañando… no porque no vayas a ganar eso que te está diciendo -que puede que lo hagas-, sino porque él no es nadie para asegurarte eso (así que, desconfía… no te digo que no le hagas caso, pero desconfía y saca tus propias conclusiones, no lo que diga su palabra).
Esas frases son muy comunes en la personalidad de muchos asesores o mediadores financieros, lo que yo llamo -con perdón a mis compañeros del sector- “comerciales de productos financieros”. No significa que te vendan un mal producto, pero al final es un producto con una serie de características, y todos se pueden romper, es decir, todos tienen un riesgo.
Este es un tema interesante de debate, sobre el que podemos opinar largo y extendido sobre las formas de comunicación, personalidad y comportamientos de ciertas personas que dicen ser asesores financieros.
¿”Soy asesor financiero o comercial de productos financieros”?
JJA Asesores
Haz un análisis por proyecto de inversión y conoce si tu negocio es rentable
¿Conoces si tu negocio es rentable?. Si conoces bien tu negocio sabrás como analizar cada parte de él para tomar las decisiones óptimas teniendo en cuenta los principios de las decisiones financieras que hemos citado al principio y la siguientes variables:
- El tamaño del proyecto. Esto dependerá de cómo definamos la palabra “tamaño” si lo queremos medio por los fondos que requiere u otros recursos como activos no corriente e incluso gastos de personal.
- El efecto sobre el riesgo económico. Si no es el primer proyecto que hacemos, sabemos qué nivel de riesgo aceptamos, y si este nuevo proyecto está por encima o por debajo del aceptable.
- El grado de dependencia. Pueden haber proyectos de inversión independientes, excluyentes, complementarios o sustitutivos.
¿Qué implica esto último?:
- Si un proyecto es independiente, absorberá recursos nuevos que tendremos que aportar aunque podemos derivar personal a este proyecto.
- Cuando es excluyente, nada tiene que ver con la naturaleza de los anteriores así que empezamos de cero y no se puede aprovechar de la formación de nuestro personal o de algún elemento de know how de la empresa debido a esta naturaleza completamente distinta.
- Si un proyecto es complementario, este genera sinergias al resto de proyectos incrementando su eficiencia.
- Y si un proyecto es sustitutivo, estaremos destruyendo una parte de nuestro negocio. Ejemplos de esto, es sacar dos productos que son caníbales entre sí, o sacar una nueva versión de uno rompiendo las ventas del otro.
Una vez tenemos un pequeño lienzo del proyecto que queremos acometer, tenemos que tener en cuenta que existen dos tipos de inversiones: inversiones productivas e inversiones financieras.
Los tipos de inversiones productivas como proyecto de inversión
Podemos invertir en distintos elementos de nuestra empresa que tienen un propósito concreto o una naturaleza diferente.
- Inversiones de mantenimiento. Evidentemente, tenemos quizás, dos enemigos bien localizados en nuestro balance, el primero de ellos: la amortización (- aquí entran conceptos como la vida útil de nuestro activo-). Además que nuestros activos se pueden romper o necesitan de un mantenimiento periódico.
- Inversiones de reemplazamiento. El segundo enemigo es la obsolescencia tecnológica (-nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia y abaratan costes-). Por lo que las inversiones de reemplazamiento periódicas son necesarias para que la empresa no se quede anticuada.
- Inversiones de crecimiento. Con estas inversiones queremos aumentar nuestra producción, queremos ampliar nuestros canales de distribución, queremos desarróllanos y lanzar nuevos productos mejores que los anteriores… en definitiva, queremos incrementar nuestra cifra neta de negocio.
- Inversiones estratégicas. Con esto queremos la consolidación de la empresa en nuestro mercado o en un nicho concreto, de forma, que seamos una empresa más sólida o seamos una de las referentes, de esta forma estamos disminuyendo riesgos potencias de extinción, es decir, estamos reduciendo el peligro de no sobrevivir en ese mercado.
- Inversiones impuestas. Como dice su nombre… si por nosotros fuéramos, no lo haríamos pero hay ciertas circunstancias que nos obliga a ello, como acuerdos sindicales, acuerdos para proteger el ecosistema donde se encuentra nuestras fábricas, inversiones de seguridad e higiene de los empleados, etc.
Los tipos de inversiones financieras como proyecto de inversión
A diferencia de las inversiones productivas, estas suponen la adquisición de activos financieros con la colocación de recursos en el mercado financiero por medio de acciones, obligaciones, cuentas financieras u otros instrumentos financieros.
Entonces, la decisión entre un instrumento u otro, y la decisión de invertir en un proyecto financiero dependerá en determinar la rentabilidad de dicho proyecto. De esta forma, en primer lugar nos dice si vale la pena o no llevarlo a cabo, y sí decidimos que sí, nos dirá cuál será el mejor instrumento para articular el proyecto.
Ordenaríamos las diferentes opciones que tenemos según la rentabilidad mayor o menor que nos proporcione, jerarquizando las inversiones más rentables de las que lo son menos.
