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Línea de crédito para empresarios y casos prácticos

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Línea de crédito para empresarios y casos prácticos. El Apalancamiento financiero. Un concepto que muchas veces no se entiende bien y que en España, especialmente, los empresarios de pymes o micropymes son bastantes reacios a utilizar. También aquellos autónomos o persona que comienzan una andadura empresarial sin mucho conocimiento o por primera vez.

En el otro extremo, encontramos a muchas personas y empresas con un largo historial de actividad económica que aún no conocen estos instrumentos.

Creen no necesitarlos o directamente los usan mal. Porque recordemos una cosa, cada instrumento financiero tiene un objetivo y un cometido. Todos, si se usan correctamente y en las situaciones que así se precisan, contribuyen mucho a tu eficiencia empresarial.

El problema surge cuando se usa mal o con objetivos o metas diferentes. Es aquí, donde incurrimos en deudas y echamos la culpa al producto financiero, a sus intereses y comisiones.

El apalancamiento financiero es muy aconsejable en todas aquellas empresas que quieran usarlo para inversión, para incrementar su actividad productiva.

Esto no quiere decir, que hayan empresas de éxito que decidan no utilizarlo y poner todo de sus fondos propios. Véase Mercadona o Apple con sus nulas o casi inexistente financiación externa.

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Líneas de crédito o cuentas de crédito

Línea de crédito para empresarios y casos prácticos. Empecemos definiendo lo que es.

Es una póliza de crédito, funciona igual o similar que una tarjeta de crédito de un particular. Una empresa tiene su cuenta corriente con el rango de 0€ a todo aquello que ingrese. Pero la puede tener en negativo, pidiendo un crédito, digamos de 10.000€. Por tanto, puede disponer en su cuenta de ese importe para cubrir sus necesidades financieras.

En principio, un buen uso de este producto es para financiar su activo circulante, su ciclo normal de explotación. Es decir, su actividad diario, lo que genera día a día.

Estas líneas de crédito no están pensadas para comprar una nueva planta productiva o nuevas maquinarias que permitan incrementar la producción. Es un producto ideado para cubrir las necesidades operativas de fondos diarios de la empresa.

Este contrato con el banco, se tiene que renovar por ambas partes de forma anual. Se considera un producto de corto plazo (1 año) aunque realmente, este producto es necesario para muchas empresas todos los años, durante todo su funcionamiento.

No obstante, así funcionamos y la renovación es anual ya que se considera una financiación cortoplacista.

Las línea de crédito para empresarios es un buen instrumento financiero y sus casos prácticas son muchos y muchas empresas españolas, pymes, micropymes e incluso autónomos la utilizan. ¿Por qué?

Porque es necesario. Y los tipos de interés/comisiones son razonables al servicio que prestan, es como una tarifa plana para comprar.

¿Qué necesita la empresa comprar? Más que comprar, necesita fondos inmediatos y líquidos para lo siguiente, de lo contrario, no podrían funcionar en el día a día:

  • Necesitan de aprovisionamientos para preparar las futuras ventas.
  • Necesitan mantener una caja mínima de efectivo para maniobras diarias y gastos diarios o imprevistos.
  • Han facturado a clientes, pero estas cuentas quedan pendientes de cobrar o su ciclo de cobro es a 60, 90 o 120 días. Has vendido, pero no vas a cobrar hasta dentro de un tiempo. Mientras, la empresa sigue funcionando, y sigues generando gastos y comprando nuevos aprovisionamientos para generar más ventas futuras.
  • Tienen que pagar a proveedores para adquirir todo lo necesario para su negocio.
  • Tienen otra serie de gastos fijos como suministros, impuestos, gastos pendientes, etc.

Esta línea de crédito permite obtener la liquidez necesaria de la que no se dispone para hacer frente a gastos operativos su actividad económica diaria.

Los intereses generados de la línea de crédito solo son computables al empresario si se hace uso de la línea de crédito y proporcional al uso que se le dé.

Supone un buen colchón de maniobra para cualquier empresario o empresa, del cual puede disponer si es necesario. En algunos casos -no suele ser lo habitual- suele existir un interés por solo tener la línea aunque no se use.

Intervalos de confianza para línea de crédito para empresarios y casos prácticos

Los tipos de interés y comisiones de este instrumento financiero a corto plazo, se suelen mantener, en España, en los siguientes valores.

Tipo de interés variable de la línea de créditoÍndice de referencia Euribor y diferencial de entre [+1,5%, 3,5%]
Comision de apertura[+0,25%, 2%]
Comisión de estudio[+,025%, 1%]
Comisión de uso – saldo que ha sido dispuesto (usado)[+1%, 2%]
Comisión de excedido de línea de crédito contratada[0%, 1%]
JJA Asesores

Ejemplos de un buen uso y un mal uso

Línea de crédito para empresarios y casos prácticos. En esta sección vamos a presentar tres escenarios que se suelen ver en la realidad y debemos ser conscientes para buscarle una solución a los casos negativos.

Un buen uso de la línea de crédito.

Línea de crédito para empresarios y casos prácticos, escenario 1. Supongamos una empresa, una SAT: una sociedad de transformación agraria o un empresario que se dedique a la agricultura.

Una línea de crédito es un instrumento ideal o muy bueno del que puede hacer uso. ¿Por qué?

Su actividad económica es estacional. El agricultor no vende su producto de forma continuada en las tiendas, supermercados o mercados agrícolas. El agricultor lo que hace, es desarrollar un producto cíclico que tiene un determinado ciclo. Por ejemplo:

El agricultor empieza en enero a preparar la tierra y sembrar. Luego tiene que esperar a que el producto crezca para la cosecha y la posterior disposición para su venta. Desde A (la preparación de la tierra) hasta B (la puesta en venta) pueden pasar, dependiendo del tipo de cultivo, unos cuantos meses. Pongamos 6 meses.

En esos 6 meses ha tenido que hacer frente a muchos gastos. Salarios por 6 meses, agua, fertilizante, semillas, herramientas, amortización, impuestos, pago a proveedores por los recursos que ha comprado, etc.

En definitiva, muchos gastos que tiene que hacer frente con el resultado de su ejercicio de la cosecha anterior o de sus fondos propios hasta que llegue el mes 7.

En el mes 7 vende toda su producción al precio de mercado. Es en el mes 7 cuando recupera todo el dinero que ha invertido en “circulante” durante los 6 meses anteriores.

Con las ventas del mes 7, no solo debe cubrir todo lo que ha gastado durante esos 6 meses, sino tiene que generar un beneficio que él decidirá cómo usar.

Para que se vea más claramente los beneficios de este instrumento… supongamos que la empresa es de nueva creación. Por tanto, a estos gastos tendría que hacer frente con sus propias aportaciones.

Supongamos que el banco le permite financiarse con la línea de crédito… ya no le haría falta poner de sus fondos propios, los cuáles los puede destinar para otros usos.

Estos pueden ser comprar más o mejores maquinarias que mejoren su eficiencia productiva, guardar sus ahorros como respaldo o colchón de imprevistos o emplearlo en explotar otro cultivo o realizar otro tipo de inversión/negocio.

El agricultor ha logrado una financiación a corto plazo de su ciclo de explotación por un coste total de entre 1-4% de lo que pide, sin necesidad de poner sus fondos propios que ha podido usar en otras cosas.

Si la actividad es rentable, en el mes 7, su producción hará posible que la línea de crédito la sanee completamente. Si no es así, su actividad puede que no sea rentable como esperaba o como debería ser, o que haya sido un mal año o semestre para el agricultor.

Un mal uso de la línea de crédito.

Línea de crédito para empresarios y casos prácticos, escenario 2. Supongamos un comercio minorista o una tienda que vende productos variados de alimentación.

Este empresario ahora pide una línea de crédito para sentirse más seguro y sin tanta presión económica.

De forma, que pueda hacer uso de ella siempre que lo necesite para comprar a proveedores y pagar sus facturas y gastos y costes salariales.

Supongamos, para delimitar el ejemplo, que estamos analizando periodos temporales de 1 mes.

El minorista hace uso de esta línea durante todo el mes para pagar todos los gastos que tiene y que hemos citado al comienzo de esta entrada.

Se supone, que cuando haga balance a final de mes, debería por lo menos, sanear completamente la línea de crédito que tiene o por lo menos, más de la mitad.

Se supone que ha vendido mucho y se ha provisto durante el mes para seguir vendiendo.

Evidentemente, puede no sanearla en un mes, ya que su actividad es continua, y hay productos no perecederos que puede vender dentro de 2 o 3 meses o más.

¿Cuándo surge el problema? Cuando empieza a pasar los meses, pasan 6, 7, 8 meses, pasan 1 año o más.

Su cuenta refleja que la línea de crédito no solo no ha logrado sanearla, por muy poco que sea el porcentaje, sino que cada vez hace más uso de ella y la empieza a agotar.

Esto es un claro indicador que tu actividad económica no está siendo lo rentable que debería ser. Frena, párate a estudiar tu negocio, y mira lo que está funcionando mal, como por ejemplo:

¿Vendo demasiado caro? ¿vendo productos que los consumidores no quieren? ¿tengo un nuevo competidor? ¿quién me está comiendo mi cuota de mercado y porqué? ¿qué hace bien mi competidor que yo no hago para no vender tanto? ¿cómo son mis acuerdos con mis proveedores? ¿mucha mercancía se me echa a perder por una mala planificación logística? ¿pido mucha mercancía que no vende lo que debe? ¿qué es lo que el mercado demanda? ¿vendo poco? ¿vendo muy barato o por lo contrario, muy caro? ¿hay muchos clientes pendiente de cobro que sé que realmente nunca me pagarán?

El que no puedas disminuir el saldo dispuesto de tu línea de crédito es un claro indicador que te está diciendo que algo no está funcionando en tu negocio. Salvo, claro está, que estés usando ese dinero para otras cosas, como mejorar tus instalaciones.

Aunque no es la finalidad del instrumento financiero, muchos empresarios hacen esto, y este valor se notará con el paso del tiempo y no en tu ciclo de explotación corriente.

Un uso peligroso de la línea de crédito.

Línea de crédito para empresarios y casos prácticos, escenario 3. Un uso peligroso es aquella persona, empresario, empresa que busca financiación porque la necesita, porque tiene falta de liquidez y ve en la línea de crédito un instrumento fácil para acceder y con condiciones favorables, más que un préstamo.

Él o ella sabe que su negocio está a la baja y no genera lo que tiene que generar, y realmente no se a qué se debe. Además, no es la única deuda que tiene, ya tiene varios préstamos o alguna deuda pendiente. Y ahora usa la línea de crédito para financiar su ciclo de explotación.

Pero este ciclo de explotación no es como en el caso de los anteriores. Ya que en este no estás haciendo uso de él para aprovisionarte y vender en el futuro. Tus ventas futuras no serán destinadas para sanear la línea y obtener beneficios, de hecho, no tienes beneficios y necesitas de la línea para vender lo que estas vendiendo actualmente y no para producir tu ganancia del futuro.

Tu ciclo de explotación normal no da para más, no genera lo suficiente. Tienes más gastos que ingresos, y esto se irá comiendo cada vez más tu línea, y cuando quieras darte cuenta, a parte de las deudas que ya podrías tener, tendrás otra y muy grande, que es la línea de crédito.

Las mismas preguntas que planteamos antes son aplicables a este caso. Y en este caso, tenemos que echar la mirada y estudiar y analizar los posibles problemas estructurales que hayan en nuestro negocio. Es posible que pasemos meses malos y una crisis económica. Lo que no es normal, es que no crees valor en un comercio minorista pasado 2 o 3 años.

La empresas se caracterizan por ser un agente económico siempre con ahorro negativo. ¿Por qué? Porque están constantemente buscado recursos ajenos e invirtiendo los propios para expandirse, hacerse más grande o más eficiente y aumentar la cifra neta de negocio.

¿Pero este no es el caso, a qué no? Este caso tiene problemas estructurales y puede abocar al concurso y la quiebra.

El empresario puede que se esté engañando, de que todo mejorará, de que pronto empezará a generar. Pero si no lo ha hecho pasado un cierto tiempo, no lo hará ahora por arte de magia.

No puedes empezar a ganar dinero si antes no lo hacías, haciendo lo mismo, hay que hacer cambios, y endeudarse más o ampliar la línea de crédito no es una solución.

Otro ejemplo peligroso es la continuación del ejemplo anterior. Puede que hayas contratado la línea con buenas intenciones y puede que como dijimos antes, no veas como se sanea pasado unos cuantos meses o incluso un año y largo.

Pero si la situación nunca cambia, empiezas a caer en un círculo vicioso. Y la línea de crédito, un instrumento ideado para ayudarte empieza a caerte encima con una gran piedra, empiezas a ingresar todo lo que genera tu negocio para que la línea no llegue al máximo, y así te pasas meses y meses hasta que terminas ampliándola. Aumentando tu endeudamiento y cayendo en la misma trampa hasta que vuelvas a llegar al máximo.

Los instrumentos financieros, los instrumentos de financiación a corto plazo están para ayudar a los empresarios y las personas que lo solicitan y pueden hacerlo.

Los bancos cobran su servicio y son los primeros que quieren que te vaya bien, porque tú corres riesgos, pero ellos también al concedértelo, cosa que no tenían porqué.

Los instrumentos financieros son buenos siempre que se usen de la forma correcta, según su finalidad y seamos conscientes del uso que le damos. Esto no es pedirlo y olvidarnos, tenemos que estudiar nuestro negocio, y estos instrumentos financieros son uno de los primeros indicadores que te dicen si tu negocio no va bien. Pero hay que hacerles caso, al igual que tienes que hacerle caso a las cuentas y balances de tu negocio.

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